top of page

UN PADRE IDEAL



Es una bendición el que seamos padres y que Dios nos haya dado Su Paternidad para transmitirla a sus hijos, pues no hay sabiduría fuera de los principios eternos y para ello tenemos que ir a Su Fuente para llegar así a la humanidad entera escudriñando en estos principios la forma correcta de ejercer la paternidad.


Para ello, debemos primero formar a nuestros hijos en la confianza en medio de un mundo que ofrece todo lo contrario ¿Cómo hacerlo? Dejando de cuestionar sus dones y que se amolden a tu manera de ser; pues ello solo genera rebeldía porque no llegan a ser lo que Dios ha querido desde siempre para ellos y así contribuyan a la sociedad; empero cuando no sucede así ellos solo reniegan y la paternidad se convierte en una maldición. Lo segundo es enseñar con el ejemplo la veracidad, conducta y el respeto; dado que las palabras solo instruyen y el ejemplo arrastra; muchos se encarrilarán solo por y con tu ejemplo, por ello la mejor herencia que les podrás dejar es tu integridad y la mejor riqueza de tu honestidad. Lo tercero es formarlos con amor y en el amor, así lo vemos en la Parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-32) donde el hijo mayor es modelo de obediencia y respeto, pero el menor es el que pide el adelanto de su herencia sin ser cuestionado por el padre sino que le escucha sin imponer su autoridad, dándole lo que le correspondía hasta derrocharlo todo y quedarse sin nada.


Hoy se ha perdido la esencia de este mensaje porque hay padres que son legalistas, autoritarios y dictadores, porque el amor del padre a sus hijos debe ser incondicional a pesar de sus faltas y errores; no es un premio por la buena conducta. El amor de nuestro Padre Dios no cambia, es imparable y único; lo que determina el amor del padre –según la parábola- son los hijos, porque es un amor incondicional y nosotros estamos llamados a transmitir ese amor verdadero. ¿Cómo se hace efectivo? A través de Jesucristo que es el Camino (Juan 14:6) para entender ese tipo de paternidad que sobrepasa todo conocimiento, porque Él es la síntesis de nuestra fe y del amor eterno e inconmensurable de Dios: si el Señor vuelve a tu corazón, dejarás que fluya la paternidad de Dios porque Él nos lleva al Padre.

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page